Proyecto de vida

Habilidades emocionales


En esta cápsula, los padres, madres y personas cuidadoras encontrarán información para fomentar entre las y los adolescentes la adquisición y el desarrollo de habilidades socioemocionales como el autoconocimiento, el autocontrol, la empatía, la escucha activa, la comunicación asertiva, la colaboración, la resolución de conflictos y la resiliencia. Todas estas habilidades pueden contribuir a que las personas adolescentes se conozcan más a sí mismas, gestionen mejor sus emociones, tomen decisiones responsables e informadas en los distintos ámbitos de su vida (incluyendo el afectivo y sexual), alcancen sus metas, construyan relaciones libres de violencia y disfruten de una mayor satisfacción personal.

Dicha información se ha organizado en una serie de preguntas y respuestas que se presentan a continuación. Para aprovechar al máximo estos contenidos se recomienda:

  • Leer con atención toda la información y tomar notas;
  • Tener mente abierta ante las distintas temáticas; y
  • Reflexionar sobre lo aprendido junto con las y los adolescentes.

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papá pensando en su adolescencia.

Antes de comenzar, le invitamos a reflexionar sobre su experiencia como adolescente y persona cuidadora.

Durante su adolescencia ¿hablaba con sus padres u otras personas adultas cercanas sobre los problemas en su vida sexual y afectiva?

Actualmente, ¿cómo afronta los conflictos con el o la adolescente a su cargo?, ¿ha tenido que abordar problemas relacionados con el ejercicio de su sexualidad?


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¿Qué habilidades se deben fomentar en las y los adolescentes para que vivan su sexualidad responsablemente?

Durante la adolescencia, se comienzan a tomar decisiones cruciales en relación con la salud sexual y reproductiva. Los padres, madres y personas cuidadoras pueden enseñar a las y los adolescentes a tomar decisiones informadas y responsables sobre su sexualidad que contribuyan a su bienestar físico y emocional. Para ello, pueden:

  • Brindar información científicamente precisa sobre temas como el consentimiento sexual, el uso de métodos anticonceptivos, la prevención de infecciones de transmisión sexual y la importancia de construir relaciones afectivas saludables y respetuosas.
  • Fomentar la capacidad de evaluar opciones, considerar las consecuencias y tomar decisiones informadas. Por ejemplo, una persona adolescente que está considerando iniciar su vida sexual, antes de tomar cualquier decisión, puede optar por visitar un centro de salud para solicitar información sobre métodos anticonceptivos y reflexionar sobre sus deseos y la responsabilidad que implica una relación íntima. Una cuidadosa deliberación, le permitirá decidir cómo y cuándo será el momento más adecuado para tener relaciones sexuales (siempre pensando en cómo protegerse a sí misma y a su pareja).
  • Alentar a las personas a adolescentes a ponerse a sí mismas en el centro de sus decisiones, de tal forma que éstas coincidan con sus valores y metas personales y sean tomadas con libertad, sin presiones y respetando a las demás personas.
  • Construir un ambiente de apoyo libre de prejuicios donde las y los adolescentes puedan sentirse en confianza para compartir sus preocupaciones y preguntas sobre sexualidad sabiendo que sus experiencias y decisiones siempre serán respetadas.

También, es conveniente enseñar a las y los adolescentes habilidades socioemocionales o “habilidades para la vida”, las cuales son un conjunto de capacidades relacionadas con la manera en la que las personas comprenden, expresan, manejan y utilizan sus emociones en interacciones con los demás y en la vida cotidiana. Estas habilidades son esenciales para el bienestar emocional, las relaciones interpersonales saludables y el adecuado desenvolvimiento en diferentes áreas de la vida: escolar, familiar, laboral y, por supuesto, en el ámbito afectivo y sexual (Durlak et al., 2015). Algunas de las habilidades socioemocionales más comunes incluyen:


Pulse sobre cada definición para conocer más.

Autoconocimiento

ícono de autoconocimiento

En la adolescencia, las personas están explorando su identidad y el autoconocimiento les permite comprenderse a sí mismas de manera profunda y consciente, reconociendo sus necesidades, emociones, pensamientos, fortalezas, debilidades, gustos, valores, motivaciones y metas personales. Esto es fundamental para entender quiénes son y cómo interactúan con las demás personas y el mundo que les rodea.

Un ejemplo concreto de cómo el autoconocimiento se relaciona con la sexualidad es cuando las y los adolescentes exploran su propio cuerpo de manera consciente. Durante esta exploración (por ejemplo, al masturbarse o verse en un espejo sin ropa), pueden identificar sus zonas erógenas (aquellas que por su sensibilidad provocan placer al ser estimuladas, por ejemplo, con caricias), así como sus preferencias y lo que les genera sensaciones de placer. Esta autoexploración no sólo contribuirá a una mayor intimidad consigo mismas, sino que también les permitirá comunicar de manera más efectiva sus deseos y límites a futuras parejas sexuales. Además, este proceso de autoconocimiento puede ayudarles a tomar decisiones informadas y responsables sobre su actividad sexual basadas en una comprensión sólida de sus propios deseos y valores.

Cabe destacar que el autoconocimiento permite a las y los adolescentes reconocer y nombrar sus emociones con precisión, lo que les ayuda a comprender por qué se sienten de cierta manera en diferentes situaciones; con este entendimiento, pueden aprender a manejar sus emociones de manera más efectiva, lo que les brinda herramientas para lidiar con los desafíos emocionales típicos de la adolescencia.

Los padres, madres y personas cuidadoras pueden fomentar una comunicación abierta, el diálogo reflexivo y el respeto de las emociones, experiencias y decisiones de las y los adolescentes para ayudarles a navegar en este período de autodescubrimiento de manera saludable.

Autocontrol

ícono de autocontrol

El autocontrol es la habilidad de reconocer y canalizar adecuadamente las propias emociones y comportamientos, especialmente en situaciones estresantes o desafiantes. Por ejemplo, al momento de iniciar una relación íntima, una persona adolescente no deja que sus nervios la controlen y decide hablar abierta y honestamente con su pareja sobre cómo se siente. Esta conversación no sólo le ayudará a manejar sus propias emociones, también puede propiciar un ambiente de comprensión y respeto para que ambas personas interactúen sexualmente con comodidad, seguridad y felicidad, demostrando responsabilidad y cuidado mutuo.

Inteligencia emocional

ícono de inteligencia emocional

La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las propias emociones , así como poder identificar y respetar las emociones de las demás personas. Por ejemplo, una persona adolescente se siente ansiosa al abordar cuestiones de sexualidad con su padre y madre. Esta ansiedad es completamente normal, especialmente si estos temas no se han tratado con apertura anteriormente en el entorno familiar. Las personas cuidadoras, al darse cuenta de esta situación, aplican su inteligencia emocional cuando identifican la incomodidad y ansiedad de la persona adolescente, entienden que hablar sobre sexualidad puede ser complicado, reconocen que ellas mismas experimentaron dificultades similares en su juventud por falta de diálogo con su familia y deciden crear un espacio seguro donde puedan hablar abierta y sinceramente sobre sexualidad, mostrando comprensión y apoyo incondicional.

Empatía

ícono de empatía

La empatía es la habilidad de percibir y comprender las emociones y perspectivas de otra persona, a pesar de que puedan ser diferentes a las propias. Fomentar la empatía en los y las adolescentes les permite desarrollar una mayor comprensión de las necesidades y sentimientos de los demás, lo que a su vez mejora sus relaciones interpersonales.

Por ejemplo, una persona adolescente le dice a su pareja que se siente incómoda con ciertas presiones sexuales que está ejerciendo contra ella; su pareja practica la empatía al escucharla activamente, ponerse en su lugar y tratar de comprender cómo se siente. En lugar de emitir juicios o minimizar sus preocupaciones, entiende que lo más importante es ofrecerle un espacio seguro para expresarse, sin críticas ni burlas, y proponerle establecer acuerdos claros sobre los deseos y límites de cada quien a partir de la comunicación abierta y el respeto mutuo.

Escucha activa

ícono de escucha activa

Escuchar activamente a una persona implica entender claramente el mensaje que transmite e interpretar las emociones, sentimientos e intenciones que están detrás de sus palabras. Esta habilidad requiere escuchar con atención para tratar de entender a la otra persona (sin interrumpir ni emitir juicios cuando está desarrollando sus ideas).

Por ejemplo, una adolescente le confiesa a su amiga que está embarazada y no sabe qué hacer, en un gesto de apoyo, la amiga aparta su celular para concentrarse plenamente en la conversación, escucha activamente a la adolescente embarazada sin juzgar ni criticar sus decisiones y muestra un interés genuino por comprender su situación haciendo preguntas clarificadoras cuando lo cree pertinente: “¿podrías explicarme cómo te sientes?”, “¿qué quieres hacer?”, “¿qué necesitas a partir de este momento?”, “¿cómo puedo apoyarte?”, etc.

Comunicación asertiva

ícono de comunicación asertiva

La comunicación asertiva implica expresar los pensamientos, sentimientos y necesidades de manera clara, honesta, respetuosa y oportuna, reconociendo al mismo tiempo el punto de vista de las otras personas.

Para comunicarse asertivamente hay que hablar desde el “yo”, por ejemplo, diciendo “yo me siento decepcionada”, porque si se habla desde el “tú” (“es que tú me decepcionas cuando haces esto y lo otro”) solamente se comunica una queja hacia la otra persona y ella probablemente se pondrá a la defensiva y no se llegará a una solución. De hecho, la comunicación asertiva requiere expresarse con frases u oraciones que sigan esta fórmula: yo + emoción + causa + solución. Por ejemplo: [Yo] [me siento desesperado] [cuando no me contestas] [me gustaría que me contestaras para saber que estás bien]. La otra persona podría contestar [Yo] [me siento abrumada] [si me llamas cuando estoy con mis amigas] [podría mandarte un mensaje para avisarte que estoy bien]. Así, pueden seguir la conversación hasta llegar a un consenso, dialogando con frases de comunicación asertiva y entendiendo los sentimientos de ambas personas.

Enseñar a las y los adolescentes a comunicarse de manera asertiva en el contexto de la sexualidad les ayuda a expresar sus pensamientos, deseos y límites de manera clara y respetuosa. Esta habilidad es esencial para construir relaciones sexuales y afectivas igualitarias y saludables, pues permite establecer acuerdos claros y evitar malentendidos o conflictos, en lugar de guardar silencio o reaccionar de manera impulsiva.

Por ejemplo, dos adolescentes quieren tener una relación más íntima, pero antes de dar cualquier paso, deciden hablar sobre sus expectativas, límites y deseos. Durante esta conversación, ambos comparten abiertamente y sin miedo sus pensamientos y emociones, confirman que están de acuerdo sobre cómo desean proceder y buscan maneras para asegurarse de que todo acto sexual se base en el respeto de las decisiones y límites que cada quién establece.

Resolución de conflictos

ícono de resolución de conflictos

Para una adecuada resolución de conflictos es necesario manejar los problemas de manera constructiva y llegar a soluciones mutuamente satisfactorias. Por ejemplo, una adolescente discute con su pareja porque quiere que elimine de sus redes sociales a su exnovia. Inicialmente, la conversación puede ser tensa y llena de emociones. Sin embargo, después de tomar un momento para tranquilizarse y reflexionar, deciden abordar el tema nuevamente, esta vez con la mente más clara. En su segunda conversación, ambos hacen uso de la escucha activa, es decir, prestan atención completa a lo que el otro está diciendo, sin interrumpir y tratando de comprender su perspectiva. Cada quien expone sus sentimientos y preocupaciones de manera honesta y respetuosa, sin culpar ni atacar al otro. Gracias a esto, logran entender mejor sus puntos de vista y emociones y encuentran una solución intermedia que satisface a ambos, resolviendo el conflicto de una manera que fortalece su relación en lugar de debilitarla.

Colaboración

ícono de colaboración

Colaborar implica establecer y mantener relaciones saludables, trabajar en equipo y cooperar con las demás personas. Por ejemplo, dos adolescentes que acaban de tener una hija deciden unir sus esfuerzos para cuidarla de la mejor manera posible. Para ello, organizan un calendario con turnos que les permite alternarse en la alimentación, el cambio de pañales y otras tareas de cuidado, de esta manera ambos se aseguran de participar activamente en la crianza y el bienestar de su bebé. A través de esta colaboración, no sólo comparten las responsabilidades, sino que también se apoyan y motivan mutuamente, enfrentando juntos los retos que implica el cuidado de la recién nacida.

Resiliencia

ícono de resiliencia

Ser resiliente significa adaptarse y recuperarse de adversidades o situaciones difíciles. Por ejemplo, una adolescente que enfrenta bullying en línea porque su expareja difundió sus fotos íntimas sin su consentimiento, decide hablar con sus padres y juntos buscan alternativas de acompañamiento psicológico para vencer el dolor y la vergüenza, también presentan una denuncia ante las autoridades escolares y judiciales. Tiempo después, la adolescente se une a un grupo de compañeras y juntas forman una asociación en su escuela dedicada a combatir el acoso digital, trabajan en la creación de un protocolo de prevención y organizan campañas de concientización para educar a sus compañeros sobre el respeto en internet y las graves consecuencias del acoso. A través de estas acciones, no sólo logra superar su propia crisis, sino que también se convierte en un pilar de apoyo y cambio en su comunidad educativa.


Todas estas habilidades son fundamentales para el óptimo desarrollo y bienestar de las y los adolescentes, ya que influyen positivamente en su forma de relacionarse con los demás, enfrentar desafíos y tomar decisiones. En particular, las habilidades socioemocionales les permiten comunicarse de manera abierta, honesta y respetuosa y construir relaciones afectivas y sexuales saludables, satisfactorias y enriquecedoras.

Observe el siguiente video para saber cómo promover el desarrollo de habilidades socioemocionales en las y los adolescentes.

Para fomentar la toma responsable de decisiones, los padres, madres y personas cuidadoras también pueden enseñar a las y los adolescentes acciones de autocuidado. A continuación, se presenta una lista con distintas situaciones para identificar si las y los adolescentes suelen aplicar dichas acciones en su vida cotidiana.


Seleccione SÍ o NO en las siguientes afirmaciones, de acuerdo con lo que observa en su adolescente.

AFIRMACIONES NO
Pone atención a su salud.
Cuando se enferma se descuida.
Diferencia entre necesidades y deseos.
Desconoce o no reflexiona sobre cómo le afectan las cosas.
Repite errores constantemente.
Sólo le preocupa lo propio.
Piensa que lo que le ocurre a otras/os no le afecta.
Ignora o no valora los compromisos que tiene con otras personas.
Cede frente al chantaje o la violencia de otras personas.
Accede a hacer cosas, aunque le dañen.
Muestra respeto por las emociones de otras personas.
Si lastima a alguien, no se detiene.
Toma decisiones impulsivas.
Se deja llevar por la costumbre o emoción.
Vive sus emociones de forma “desbordada”.
Se “calla” sus emociones.
Cuando tiene problemas no lo dice, por miedo, vergüenza.

Por favor responda todas las preguntas

Ver sugerencias

¿Qué puedo hacer para favorecer los principios de autocuidado?

Recalcar que reconocer las propias necesidades son fundamentales para nuestro desarrollo, sin ellas no podemos estar bien. No se puede renunciar a una necesidad sin afectar nuestro desarrollo. Por el contrario, los deseos no son indispensables.

Principio: Valoro mis propias necesidades

Promover formas de pensamiento reflexivo antecedente (preguntándose ¿qué me motiva hacer eso?) y consecuente (¿qué pasa si lo hago o no lo hago?). Enseñar alternativas de respuesta comparando ventajas y desventajas de cada una.

Principio: Conozco las consecuencias de las decisiones que tomo

Preguntémosle sobre lo que podrían pensar, sentir o hacer todas las partes involucradas en una decisión. Por ejemplo, cuando observa una pelea en la escuela, cuando habla sobre sus profesoras, etcétera. Incluyendo sus propios pensamientos, emociones y acciones.

Principio: Valoro las necesidades de otras personas

Hacer preguntas que ejerciten su empatía: ¿cómo te sentirías tú si te hicieran eso? ¿Qué harías tú en su lugar? ¿Qué consecuencias tendría eso para ti? Y mostrarle las consecuencias que tiene para él/ella lo que hace a otras/os.

Principio: Conozco cómo mis decisiones pueden afectar a otras/os

Reforzar que nadie puede obligarle a hacer algo que le dañe y que quien trate de obligarle no le respeta. Evitar decir cosas que validen la violencia como “así es la vida”, o “ya ni modo, si lo quieres acepta lo que te pide”, “los hombres son así”. Si en casa existen experiencias de violencia en la familia, buscar apoyo en alguna institución para aprender cómo enfrentarla.

Principio: No permito que alguien me obligue a ir contra mi bienestar. Conozco cómo mis decisiones pueden afectar a otras/os

Recalcar que todas las personas tenemos los mismos derechos y que existe la obligación de respetar los derechos de las/os demás. Hablarle sobre responsabilidades sociales, pero también legales (violentar es un delito).

Principio: No obligo a otra persona a ir contra su bienestar

Hablar que las emociones pueden nublar nuestro pensamiento y por lo tanto no nos permiten ver a mayor distancia.

Principio: Sé controlar mis impulsos

Hablar que las emociones son constructivas o positivas cuando aprendemos a escucharlas y a manejarlas, sobre todo cuando nos enfrentamos a problemas u obstáculos.

Principio: Manejo de forma positiva mis emociones

Motivarle en varios momentos que puede acercarse con nosotras/os para platicarnos del problema y que haremos lo posible por ayudarles a encontrar cómo solucionarlo.

Principio: Si no puedo resolver las cosas, busco ayuda

Reflexiona tus respuestas e inténtalo de nuevo.



Principios de autocuidado

Los y las adolescentes que logran reconocerse como individuos que son responsables de su autocuidado, logran tomar decisiones asertivas.

Principios de autocuidado

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Principios

Valoro mis propias necesidades

Conozco las consecuencias de las decisiones que tomo

Valoro las necesidades de otras personas

Conozco cómo mis decisiones pueden afectar a otras/os

No permito que alguien me obligue a ir contra mi bienestar

No obligo a otra persona a ir contra su bienestar

Sé controlar mis impulsos

Manejo de forma positiva mis emociones

Si no puedo resolver las cosas, busco ayuda

Ejemplos

“Si inicio mi vida sexual será porque estoy preparada y deseo hacerlo… no por demostrarle a alguien mi amor o por presión social.”

“Necesito acudir a atención médica para cuidar mi salud y sentirme bien.”

“Sé que no usar el condón adecuadamente puede llevarme a adquirir una infección de transmisión sexual.”

“A veces pienso en que quiero tener relaciones con mi novia, pero ella me dice que no y la respeto. No tengo porque presionar.”

“Si yo me embarazara probablemente mi padre tendría que hacerse cargo de los gastos, porque yo no trabajo”.

“Sé que avisar dónde estoy hace que mi padre y mi madre estén más tranquilos.”

“Mi novio me pidió hacer algo que me podía traer problemas y, le dije que no… cuando amenazó con dejarme si no lo hacía, me di cuenta de que no valía la pena discutir y me retiré.”

“Estando con mi novio, le pedí algo y noté que, aunque accedió a hacerlo, no se sentía cómodo, al preguntarle me dijo por qué le incomodaba, así que decidí parar.”

“En ocasiones me dan ganas de salir con personas que no conozco, pero sé que es peligroso, así que espero a que pase el impulso y listo.”

“El otro día que fui al médico me molesté porque me recibió muy de prisa, pero entendí que no era por mí y respondí amablemente. Terminó por darse cuenta y yo aproveché mi consulta.”

“Ya sé que tú me dijiste hace un tiempo que no te gustaba como me trataba mi novio y no te hice caso, pero ahora ya no sé qué hacer, necesito hablar con alguien.”




¿Cómo pueden las familias resolver conflictos relacionados con la sexualidad adolescente?

Muchas veces, en las familias surgen conflictos porque las personas adultas no coinciden con la manera de pensar y actuar de las y los adolescentes y no están de acuerdo con las decisiones que toman en cuanto a su cuerpo y el ejercicio de su sexualidad. La diferencia de ideas, valores y fuentes de información de cada generación trae consigo posturas opuestas entre personas adultas y adolescentes que pueden parecer irreconciliables.


¡Es que tú no sabes lo que es el amor, mamá!

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Yo soy Martina, tengo 45 años y tengo un hijo de 25 y una hija de 15 años. Actualmente vivo con mi hija. Generalmente ella y yo nos llevamos bien, siempre platicamos de cómo le va en la escuela y de sus amigas. Pero de su novio casi no me platica, porque dice que lo que pasa entre ellos es “un asunto de dos nada más” y que debo respetarla.

El otro día la regañé porque llegó tarde. Tuvimos una pelea muy fuerte porque le dije que no me gustaba el muchacho con el que estaba saliendo, le quita mucho tiempo y es un año mayor que ella. La verdad no estaba enojada por eso, sino porque tengo miedo de que mi hija esté teniendo relaciones sexuales y termine embarazada, como le pasó a mi sobrina.

Yo no sé cómo hablar con mi hija, la verdad me da mucha pena. Yo sé que en la escuela ya les hablaron sobre la sexualidad, de cómo cuidarse… pero yo la veo muy enamorada y me da miedo que el amor la “atonte”. Ya no me deja que entre a su cuarto o que la vea en ropa interior, cuando antes no le importaba. El otro día se enfermó y me dijo que tenía cólicos, pero cuando quise acompañarla al médico me dijo que no y se fue muy molesta.

Estoy preocupada. He llegado a sospechar que está embarazada. Pero ¿Cómo le pregunto? ¿Qué le digo? ¿Cómo le hago? Y si me dice que sí, ¿Qué hago? Seguramente me voy a enojar mucho y le voy a gritar, o hasta le puedo pegar. He notado que cuando hablo con ella siempre terminamos en pleito.

El otro día la preocupación me ganó y quise preguntarle cómo iba su relación con su novio. Pero cuando le empecé a contar de mis preocupaciones, ella reaccionó muy molesta y me acusó de no confiar en ella. Me dijo “¡Es que tú no sabes lo que es el amor, mamá! Piensas que porque mi papá no te quiso y te dejó, me va a pasar lo mismo a mí.” Se fue a su cuarto y se encerró. Lo que me dijo me hizo dudar aún más ¿será que de verdad estará embarazada?

¿Qué opina sobre el caso?

Aunque su hija ha recibido clases en la escuela sobre sexualidad y ya sabe muchas cosas, Martina tiene mucho miedo de que el amor “atonte” a su hija; Martina quiso decir, que tiene miedo a que su hija tome malas decisiones, que se enfoque demasiado en su relación de noviazgo y que descuide su escuela, su salud o los planes que tiene a futuro. ¿Qué haría en su lugar?

Seleccione la respuesta que crea conveniente.

  1. Le prohibiría que anduviera con el novio, porque ella es muy pequeña todavía.
  2. Le diría a mi hija que, si “me sale con que está embarazada”, que ya no la voy a apoyar, así que debe pensar muy bien en lo que hace.
  3. Buscaría un momento adecuado para hablar con ella sobre lo que piensa del amor de manera introductoria y en lo posible profundizar en el tema.
  4. Primero la castigaría por hablarme así y le diría que, si no está a gusto conmigo, pues que se vaya con su papá, para que él la eduque.

Si bien, antes de que las/los adolescentes lleguen a la mayoría de edad, sus madres/padres o quien los cuida, pueden decidir por ellas/ellos, esto no es lo más aconsejable. Si queremos que lleguen a ser personas responsables tenemos que enseñarles a tomar decisiones, a pensar en las consecuencias que pueden tener y sobre todo a buscar alternativas. Negociar puede ser una opción más efectiva que imponer.

Aunque en ocasiones nuestra intención es hacerles ver las consecuencias de sus actos, frases como éstas se pueden entender como amenazas y generar reacciones negativas (pensar que no les queremos o valoramos), evasivas (“eso nunca va a pasar”) o impulsivas (“pues si tú no me apoyas me voy de la casa”). Podemos decir algo parecido, pero de formas más efectivas. Además, el quitarles nuestro apoyo puede dejar a las jóvenes en una situación de mayor vulnerabilidad. Es importante aprender a comunicar los límites para que no suenen como una amenaza.

Hablar del amor con tu hija puede ser un primer paso. ¿Y qué le vas a decir sobre el amor? ¿Vas a escucharla o solamente querrás que ella te escuche? ¿Qué piensas tú sobre el amor? El amor romántico muchas veces nos lleva a creer cosas que en la realidad no se cumplen. Es posible tener una propuesta donde se considera el amor propio, la libertad, el respeto y la consideración de la otra persona. Las y los jóvenes pueden disfrutar del amor sin que esto les “atonte” o les haga tomar malas decisiones.

Si bien, es comprensible tu enojo por el comportamiento que pueda tener tu hija, es necesario que no nos dejemos llevar por el enojo. Si sentimos que el tema es demasiado “espinoso” o que nuestro estado emocional hará que digamos cosas de las que nos vamos a arrepentir, es mejor trabajar con nuestro enojo antes de empezar una conversación.

¿Qué fue lo que hizo Martina?

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En el caso de Martina, ella reconoció a tiempo la importancia que tiene la prevención: aunque realmente su hija no se encontraba embarazada, ya había iniciado su vida sexual. Con esta información, decidió hablarle a su hija sobre los métodos anticonceptivos que existen y la necesidad de acudir a la consulta médica para que le ofrezcan la gama de recursos más adecuados para ella.

Martina buscó apoyo para saber cómo hablarle a su hija sobre el amor de pareja: a pesar de que el amor sea muy fuerte o muy intenso, debemos de pensar a futuro para poder disfrutar mejor la relación.

La hija de Martina también le hizo saber a su madre que estaba preocupada por verla “sola” tantos años después del divorcio; que ella no quería quedarse “sola” también y por eso había aceptado tener relaciones con su novio. Es importante considerar que no todo lo que “hacemos por amor” es lo correcto, sobre todo si existe presión o violencia en sus diversas modalidades de por medio. El inicio de la vida sexual es una decisión personal, que debe ser pensada desde el autocuidado de cada quién, su bienestar y placer, sin anteponer el bienestar y placer de otras personas.


Los padres, madres y personas cuidadoras deben actuar con tranquilidad y un enfoque constructivo al abordar problemas, conflictos o desacuerdos relativos a la sexualidad adolescente, evitando discusiones y promoviendo siempre un ambiente de comunicación abierta y respetuosa donde se escuchen activamente a todas las partes involucradas y se busquen en conjunto soluciones mutuamente satisfactorias.


Pulse sobre cada imagen para conocer más.

Un conflicto se puede hacer más grande al buscar resolverlo de manera autoritaria, es decir, imponiendo las ideas y mandatos de las personas adultas.

La intolerancia y el maltrato pueden presentarse si no se busca la manera de resolver el conflicto con alguna alternativa pacífica que procure el respeto de los derechos de las y los adolescentes y la sana convivencia familiar.

Si no se busca otra manera de resolver los conflictos y se elige una solución autoritaria, se corre el riesgo de vulnerar los derechos de las y los adolescentes, acabar con su confianza, complicar la comunicación, y finalmente, caer en situaciones de violencia verbal, emocional o hasta física.

Resolver los conflictos de forma violenta provoca un ambiente familiar complicado, donde no hay una adecuada comunicación ni condiciones favorables para que la o el adolescente vaya construyendo un proyecto de vida.


Para resolver los conflictos de manera pacífica y sin violencia, las personas responsables del cuidado de adolescentes deben expresarse con asertividad, es decir, de forma clara, cordial y oportuna, mostrando empatía y comprensión y evitando juzgar o anular las opiniones de los demás. También, es recomendable que enfaticen la importancia de comunicarse de manera abierta y directa en lugar de guardar resentimientos o evitar el conflicto. Todo esto contribuirá a que las y los adolescentes aprendan a hacer lo mismo en las interacciones con sus pares.

Para reflexionar:

¿Cómo se expresa cuando su adolescente quiere hablar con usted sobre algo que le preocupa?

Padre enojado

A manera de regaño porque las emociones y la preocupación por lo que está viviendo su adolescente le hacen sentir impotencia y tomar esta postura. Este tipo de comunicación no siempre es efectiva, ya que genera que las y los adolescentes se “cierren”, piensen que las personas adultas no les van a querer ayudar y no escuchen lo que ellas tienen que decir.

Padre tranquilo

Una mejor estrategia es “forjar comprensión”. Es importante considerar, que antes de implementar esta estrategia conviene tomar un momento para respirar y evitar que le gane alguna emoción como el enojo, la culpa o la ansiedad. Al estar en un estado de tranquilidad podrá abordar el problema de una mejor manera.


Dé clic sobre los cuadros para conocer otras técnicas para resolver conflictos de manera pacífica.

Todos ganan

Transforme a sus adversarios potenciales en asociados que cooperen en la solución de los problemas. ¿Cuáles son mis necesidades reales? ¿Cuáles son las de la otra parte? ¿Deseo trabajar a favor de ambas partes?

Respuesta creativa

Utilice actitudes positivas para abordar los conflictos. ¿Qué posibilidades puede abrir esta situación? ¿En lugar de centrarme en “lo que debería ser”, soy capaz de ver posibilidades en “lo que es” en realidad?

Empatía

Identifique los puntos de vista ajenos e intente desarrollarlos valorándolos. ¿Cómo me sentiría en el lugar de los otros? ¿Qué están intentando decir? ¿Los he escuchado realmente? ¿Saben que les estoy escuchando?

Firmeza, sólo la justa

Exponga sus necesidades sin culpar o atacar. Intente ser tolerante con las personas y severo con el problema. ¿Qué es lo que deseo cambiar? ¿De qué modo puedo exponerles mi deseo sin atacarles o culparles? ¿Consigo con mi exposición explicar cuáles son mis sentimientos o, por el contrario, me limito a exponer lo que considero está bien o mal?

Poder de cooperación

Defina las desigualdades de poder y analice sus efectos sobre el proceso de tomar decisiones de forma conjunta. ¿Estoy haciendo un uso inapropiado de mi poder? ¿Lo están haciendo ellos? En lugar de enfrentarnos mutuamente ¿Es posible que cooperemos?

Controlar las emociones

Exprese sus emociones de forma apropiada y ayude a los demás a expresar las suyas. ¿Qué es lo que siento? ¿Les estoy culpando por mis sentimientos? ¿Mejorará la situación si les digo cómo me siento? ¿Qué deseo que cambie? ¿He conseguido eliminar de mi respuesta el deseo de castigar al otro? ¿Qué puedo hacer para tener mis sentimientos bajo control?

Voluntad de resolver

Analice las ventajas de la resolución para todos los implicados. ¿Deseo realmente resolver el conflicto? ¿Está causado mi resentimiento por algo que ha ocurrido en el pasado que no he logrado superar? ¿o por algo que no he reconocido como una necesidad? ¿O por algo que me desagrada en ellos porque no lo aceptaría en mí mismo?

Esquema del conflicto

Identifique todas las partes implicadas en el conflicto y señale sus necesidades y preocupaciones. ¿En qué consiste el problema, el tema o el conflicto? ¿Quiénes son las partes importantes?

Diseño de alternativas

Diseñe una amplia gama de opciones que no se hayan debatido o justificado hasta ese momento. ¿Cuáles son todas las posibilidades? No las juzgue todavía. Incluso lo que parece imposible puede inspirar ideas útiles. ¿Cuáles son las opciones que nos satisfacen más a las partes implicadas? Sea creativo, mezcle y conjugue las opciones existentes.

Negociación

Proponga ofertas justas, equitativas y con sentido común. ¿Qué es lo que deseo conseguir? Explique con claridad el resultado general que espera, aunque puede ser que cambie de opinión una vez que haya conseguido lo que pretendía. ¿Cómo podemos hacer que en este conflicto se alcance una solución justa en la que todas las partes salgan ganando? ¿En qué pueden ceder ellos? ¿En qué puedo ceder yo? ¿Estoy incluyendo o ignorando las objeciones?

Mediación

Explique la trascendencia de la opción de que intervenga una tercera parte imparcial y objetiva. Como parte implicada: ¿Podemos resolver este asunto entre nosotros o necesitamos que intervenga una persona neutral? ¿Quién es la persona más apropiada para esto? Como mediador: ¿Este es un papel apropiado para mí? Si es así: ¿cómo voy a explicar mi papel a ambas partes? ¿Puedo favorecer el ambiente adecuado para que se entiendan y alcancen sus propias soluciones?

Ampliar las perspectivas

Analice las soluciones actuales en función de su influencia sobre el contexto amplio, más allá del tema concreto en cuestión. ¿Estoy teniendo en cuenta el panorama completo en lugar de únicamente mi punto de vista? ¿Qué efectos puede producir esto más allá de lo inmediato? (Por ejemplo, su efecto sobre otros grupos o personas). ¿Hacia dónde nos puede llevar esto en el futuro?



Estas técnicas no son normas o reglas rígidas, sino un conjunto de herramientas de las cuales puede escoger las que le parezcan más apropiadas según el conflicto que busca solucionar.

Aun cuando no puede haber garantía total de que resuelvan el conflicto de la manera deseable, lo que sí ocurrirá es que poniéndolas en práctica y manteniendo un compromiso por el respeto y el ambiente familiar libre de violencia, poco a poco podrá ir construyendo un espacio de paz y respeto a los derechos humanos de todas las personas que integran su familia.

Un ejemplo de cómo manejar las tensiones y desafíos relacionados con la sexualidad adolescente tiene lugar al imaginar el caso de una adolescente cuyo novio suele llevarla a casa en auto tras consumir bebidas alcohólicas y, por esta razón, ella ha tenido discusiones con las personas responsables de su crianza. En lugar de negarle las salidas o recurrir a la violencia verbal o física, las personas cuidadoras deciden hablar tranquilamente con la adolescente, escuchan atentamente su perspectiva sobre esta situación y comparten las preocupaciones que tienen, reconociendo sus propios sentimientos y emociones en el proceso. Luego, trabajan en conjunto para encontrar posibles soluciones (por ejemplo, la adolescente llamará para que puedan recogerla en caso de que la persona con la que salió haya ingerido alcohol). Esto les permite mantener una relación sana y respetuosa.



¿Por qué las familias deben respetar la privacidad de las y los adolescentes?

La privacidad es un aspecto muy importante en el proceso de transformación que viven las y los adolescentes, por lo que el respeto a esta privacidad es clave no sólo en esta etapa de la vida, sino para todas las que le siguen, ya que les permite distinguir lo público y social de lo que es íntimo y privado. Este es un aprendizaje fundamental para establecer vínculos sanos con las otras personas (UNICEF, s/d).


Haga clic sobre las imágenes para ver más información.

No, porque tiene derecho a que respeten su intimidad y su vida privada.

¡Los y las adolescentes también tienen ese derecho!


Para reflexionar:

¿Qué tanto respeta la intimidad y vida privada de sus hijas y/o hijos?


Responda el cuestionario con la mayor sinceridad posible.

1. Si encuentra un condón en la mochila de su hijo o hija ¿qué hace?

  1. Habla con los maestros/as de su hijo/hija, para contarles lo que ha pasado y les dice que tomen cartas en el asunto.
  2. Habla con los amigos/as de su hijo/hija para saber qué está pasando.
  3. Refuerza la comunicación con su hijo/hija y le resuelve dudas.
  4. Le cuenta a toda la familia y amigos/as de su hallazgo.

¡Muy bien! Su respuesta es correcta.

Reflexione su respuesta.

2. Si encuentra pastillas anticonceptivas en el cuarto de su hija, usted…

  1. Le llama cada cinco segundos para saber dónde está.
  2. Refuerza la comunicación con su hija y le resuelve dudas.
  3. Habla con las amigas de su hija para conocer detalles de su relación.
  4. Habla con el novio, sin el consentimiento de su hija, para conocer sus intenciones.

¡Muy bien! Su respuesta es correcta.

Reflexione su respuesta.


Si habla de la vida de sus hijos, de sus prácticas o pertenencias con otras personas sin su consentimiento puede provocar que pierdan la confianza y que no se comuniquen con usted, evite que se sientan vigilados en extremo.

Analice su respuesta a partir del:


Derecho al respeto de mi intimidad y mi vida privada

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Mi cuerpo, mis espacios, mis pertenencias y la forma de relacionarme con las y los demás son parte de mi identidad y privacidad. Tengo derecho al respeto de mis espacios privados y a la confidencialidad en todos los ámbitos de mi vida, incluyendo el sexual. Sin mi consentimiento, ninguna persona debe difundir información sobre los aspectos sexuales de mi vida.

¿De qué manera puede contribuir al ejercicio de este derecho?

  • Antes de compartir información con otros, pregúntese: ¿Esta información es mía? ¿Habla de mí o de alguien más? Si responde negativamente, no lo difunda.
  • Si necesita hablar sobre eso con alguien, porque es algo que le preocupa, puede hablar en primera persona y respetando las decisiones de su hija o hijo adolescente.



¿Cómo apoyar a las y los adolescentes para que generen un proyecto de vida?

¿Quiénes corren mayor riesgo de embarazarse?

Elaborar un proyecto de vida es una actividad de autodescubrimiento y desarrollo personal que puede ayudar a las y los adolescentes a conocerse mejor y tomar decisiones en el presente considerando sus gustos, intereses, sueños, vivencias, habilidades, valores y expectativas ante el futuro. También, les permite ampliar el horizonte de sus vidas y desarrollar su autoconocimiento, confianza, compromiso, tolerancia a la frustración, resiliencia, optimismo y perseverancia (debido a que es un proceso gradual).

El proyecto de vida puede orientar las elecciones personales de las y los adolescentes y jugar un papel crucial en su salud sexual y reproductiva, ya que al considerar su sexualidad como parte integral de sus planes de vida no solo se empoderan para prevenir infecciones de transmisión sexual y embarazos no planeados, también desarrollan habilidades para tomar decisiones de manera consciente y reflexiva, establecen límites saludables, practican el autocuidado y mantienen una actitud respetuosa hacia sí mismos y hacia los demás en el ámbito afectivo y sexual.

Los padres, madres y personas cuidadoras pueden ayudar a las y los adolescentes a construir un proyecto de vida animándoles a reflexionar sobre distintos ámbitos (académico, familiar, laboral, afectivo, económico, sexual, cultural, deportivo, etc.), pidiéndoles imaginar cómo quisieran que fueran en el corto, mediano y largo plazo (por ejemplo, en uno, cinco o diez años) y ayudándoles a identificar las acciones que deben llevar a cabo para alcanzar sus metas, visualizando prioridades, riesgos, complicaciones y rutas alternas. Por ejemplo, pueden reflexionar sobre sus relaciones afectivas o de noviazgo para identificar qué les gusta o disgusta de éstas, cómo quisieran interactuar con sus parejas, qué deben hacer para construir relaciones saludables y satisfactorias, qué complicaciones podrían surgir al intentar esto y qué alternativas tendrían para solucionar dichos conflictos.



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y actividades que puede realizar junto con las y los adolescentes.

Aprendamos como...
Padre e hija adolescente haciendo la tarea

Para ayudar a su adolescente a construir un proyecto de vida le recomendamos realizar la siguiente actividad:

  1. 1. Comience por preguntarle si sabe qué es un proyecto de vida y por qué es importante. En caso de que no tenga claridad sobre esto, brindele una explicación al respecto.

  2. 2. Usen una hoja de papel y una pluma para diseñar un proyecto de vida (dedique al menos 50 minutos a esta actividad y procure que sus expectativas como persona adulta no influyan en la proyección de futuro que elabore su adolescente). Decidan en conjunto qué ámbitos desean incluir y elaboren una tabla donde puedan establecer por cada ámbito elegido al menos una meta, una actividad para alcanzarla, un posible riesgo y una alternativa para superarlo. Consideren el siguiente ejemplo:
    Ámbito de la vida Meta Actividad Riesgo Alternativa
    Académico
    Laboral
    Afectivo
    Sexual

    Descarga el formato "Proyecto de vida"

  3. 3. Guarden ese ejercicio, revísenlo después de un tiempo y preguntense si algo cambió y qué ajustes requiere el plan de vida diseñado inicialmente.


Reflexiones finales...

Durante la adolescencia, es crucial desarrollar y fortalecer las habilidades socioemocionales, especialmente en el ámbito de la sexualidad, pues estas habilidades son necesarias para tomar decisiones responsables e informadas sobre distintas cuestiones como la prevención del embarazo, el uso de métodos anticonceptivos, el cuidado de la salud sexual y reproductiva, la búsqueda de placer sexual, etc. Además, facilitan la construcción de relaciones sexuales y afectivas saludables, respetuosas e igualitarias, pues la escucha activa, la comunicación asertiva y la empatía posibilitan la solución no violenta de conflictos, a través de la generación de acuerdos.

Los padres, madres y personas cuidadoras deben enseñar a las y los adolescentes que los conflictos son parte de la convivencia humana, surgen de las diferencias y el desafío está en la manera cómo se asumen y solucionan. Además, es recomendable que les apoyen en la construcción de un proyecto de vida para que tomen decisiones que contribuyan a su bienestar presente y futuro, estableciendo objetivos y enfocando sus esfuerzos para lograrlos. Esto favorecerá significativamente su desarrollo integral y les preparará para la vida adulta.

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