Violencia de género

Violencia de género


¿Cómo detectarla y prevenirla?

De acuerdo con el UNICEF, estudios realizados en 21 países determinaron que entre el 7% y el 36% de las mujeres y entre el 3% y el 29% de los hombres dijo haber sido víctima de agresiones sexuales durante su infancia, siendo la tasa de abusos sufridos por las niñas de 1.5 a 3 veces más que la de los varones.

Hay muchas formas de transgredir los límites del respeto mediante la violencia, que no necesariamente son físicas. Las relaciones sexuales con violencia regularmente se desarrollan en situaciones abusivas y de control, que van acompañadas de procesos psicológicos que afectan la salud física, emocional y social de las personas.

La mayor parte de las relaciones sexuales en condiciones de violencia están vinculadas a ideas que culturalmente se promueven sobre el amor romántico, en particular en las mujeres, las cuales no corresponden a expectativas reales ni viables. Además de que refuerzan estereotipos de género, fomentan la dependencia y la violencia de pareja.

Debido a lo anterior, el Estado está trabajando en políticas públicas y programas específicos para la prevención y atención de la violencia hacia las mujeres, la cual también se conoce como violencia de género. ¿Sabemos lo suficiente para participar en esta tarea de prevención?

Conozca algunas de las señales presentes en los adolescentes que viven una relación violenta.


Pulse sobre cada pregunta para conocer más.


¿Existen distintas formas de violencia?

Violencia de género

Las relaciones sexuales en condiciones de violencia se caracterizan principalmente porque una o varias personas son afectadas en su salud física, emocional y social, a través de acciones abusivas y de control. Esto generalmente va acompañado de ciertos procesos psicológicos que hacen de la situación un círculo vicioso del cual es muy complicado salir.

Las relaciones sexuales en condiciones de violencia pueden ser vividas por las mujeres y los hombres, ya que la violencia es algo que todas y todos podemos llegar a ejercer o sufrir.

Sin embargo, los motivos, la frecuencia y los efectos que tiene la violencia no son los mismos para hombres que para mujeres.

Es importante no olvidar que la violencia en las relaciones de pareja es un problema complejo y que, en la mayoría de los casos, las más afectadas son mujeres.

Este grave problema requiere de otro curso para que lo pueda conocer y comprender mejor.

Si le interesa puede visitar la página del Inmujeres Vida sin violencia para conocer más acerca de este grave problema.

Hay que recordar que la violencia tiene diversas formas

Violencia psicológica
Violencia económica
Violencia física

Existen diversas formas de transgredir los límites del respeto a través de la violencia que no necesariamente son físicas (golpes, empujones, etcétera). Ante la necesidad de atender esta problemática en nuestro país, se promulgó en 2006, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Esta Ley General considera que existen diferentes tipos y modalidades de violencia como las que a continuación se describen.

Como se puede ver la violencia no es sólo física, sino que puede tener diferentes formas, las cuales tienen en común los efectos negativos y, sobre todo, la intención de controlar a las personas.

Además de la Ley General mencionada, existe un marco legal internacional a través del cual se establecen las medidas a seguir para terminar con estas formas de violencia.

El Estado mexicano (es decir los poderes conformados por el ejecutivo, el legislativo y judicial a nivel federal y en las entidades de la República) se ha comprometido a combatir toda forma de violencia contra las mujeres.

Un instrumento de ese marco internacional es la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres, conocida por sus siglas en inglés, como CEDAW.

Otro instrumento muy importante es la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, conocida como la Convención de Belém Do Pará.



¿Qué sabemos sobre violencia sexual?

Factores que favorecen el abuso y explotación sexual infantil

Se ha documentado que desafortunadamente una de las formas de violencia sexual más grave son los abusos contra niños/as y/o adolescentes. Éstos, además, suceden dentro del círculo familiar. Un estudio multipaís realizado por la Organización Mundial de la Salud mostró que entre el 1% y el 21% de las mujeres manifestaba haber sufrido abusos sexuales antes de los 15 años, en la mayoría de los casos por parte de varones miembros de la familia que no eran ni su padre ni su padrastro, sin embargo, se dan casos donde incluso esos integrantes de la familia cometen abuso sexual infantil.

El abuso sexual infantil es considerado como delito de violencia sexual y comercio sexual e implica la violación a los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes. Es un problema grave y complejo. Si desea conocer un diagnóstico sobre éste, puede consultar el estudio El abuso sexual infantil en México: Limitaciones de la intervención estatal, UNAM.

Las y los expertos en este problema mencionan que existen varios factores que propician situaciones de abuso y explotación sexual infantil.


Haga clic sobre las imágenes para ver más información.

Factores sociales que favorecen el abuso y explotación sexual infantil Factores familiares que favorecen el abuso y explotación sexual infantil

Factores sociales.

  • Falta de conciencia sobre la niña o niño como sujetos de derechos. Los niños y niñas son particularmente dependientes de las personas adultas encargadas de su protección.
  • Violencia sexual contra los niños y las niñas. Abuso y explotación infantil.
  • Los estereotipos de género o la naturalización de los cuerpos como un objeto o de la violencia como parte de nuestra sociedad, y en ello los medios masivos de comunicación tienen una responsabilidad.
  • La aceptación social de la violencia y del abuso del poder en las relaciones familiares, vecinales o comunitarias.
  • La tolerancia o validación social a la agresión física o incluso a relaciones sexuales con niños o niñas.
  • El desconocimiento de la trascendencia que tienen las vivencias en la infancia para el desarrollo y la vida de las personas.
  • Falsas creencias sobre la sexualidad infantil y la sexualidad adulta.
  • Tolerancia social en la utilización de los niños, niñas o adolescentes en pornografía o en prostitución infantil.
  • Costumbres que promueven el matrimonio temprano.
  • El consumo de alcohol y de sustancias psicoactivas ha demostrado ser un factor asociado al abuso sexual infantil.

Factores familiares.

  • Relaciones familiares en donde se ejerce el poder de manera abusiva y no equitativa.
  • Dificultades en la comunicación.
  • Distancia emocional, incapacidad para responder a las necesidades del niño o la niña.
  • Falta de información sobre el desarrollo infantil y sobre el desarrollo de la sexualidad.
  • Violencia de género.
  • Niños o niñas en situación de desprotección o presencia de otras formas de violencia como negligencia, maltrato físico, abandono, etcétera.
  • Presión económica.

Consecuencias de la violencia sexual hacia niñas o niños

Se han identificado algunas manifestaciones comunes que pueden presentar niñas o niños que han sido víctimas de abuso sexual. La ausencia o presencia de alguna de estas manifestaciones o síntomas no comprueban por sí mismas si existe o no un abuso sexual infantil. Sin embargo, es muy importante que conozcan las consecuencias y los síntomas causados por el abuso sexual infantil para su posible detección y en su caso buscar atención profesional adecuada y especializada.


Escuche los siguientes testimonios de adultos que detectaron algunas consecuencias físicas y psicológicas en víctimas del abuso sexual infantil.

Noté que mi hija con frecuencia tenía moretones en los brazos y las piernas, sin razón aparente.

Era una alumna permanentemente distraída, que no participaba en clase y se aislaba de sus compañeros.

Por las noches despertaba gritando, o amanecía orinado y llorando, pero no me decía nada.

Cuando sus papás me lo encargaban se ponía muy agresivo conmigo. No me obedecía ni me hacía caso, como si estuviera muy enojado conmigo o con sus papás.

La trajeron porque no quería comer y vomitaba. Estaba desnutrida pero, además, tenía 3 meses de embarazo.


Como madre y padre, tutor o persona responsable del cuidado de niñas, niños o adolescentes es importante estar alertas para que tengan confianza en usted y puedan contarle si acaso alguna persona mayor ha intentado cometer abuso sexual en su contra, buscar apoyo y, en su caso, prevenir, proteger o buscar atención profesional jurídica, médica y psicológica.

Aquí le presentamos un listado de las consecuencias y síntomas que se pueden presentar, le ayudarán a prevenir o detectar el abuso sexual infantil.


Pulse sobre cada consecuencia para conocer más.

Consecuencias físicas

  • Hematomas.
  • Infecciones de transmisión sexual.
  • Desgarramientos o sangrados vaginales o anales.
  • Enuresis, encopresis.
  • Dificultad para sentarse o para caminar.
  • Embarazo temprano.

Consecuencias psicológicas

Problemas emocionales

  • Miedos.
  • Fobias.
  • Síntomas depresivos.
  • Ansiedad.
  • Baja autoestima.
  • Sentimiento de culpa.
  • Estigmatización.
  • Trastorno por estrés postraumático.
  • Ideación y conducta suicida.
  • Autolesiones.
  • Irritabilidad.

Problemas cognitivos

  • Conductas hiperactivas.
  • Problemas de atención y concentración.
  • Bajo rendimiento académico.
  • Disminución del funcionamiento cognitivo general.
  • Trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Problemas de relación

  • Problemas de relación social.
  • Menor cantidad de amistades.
  • Menor tiempo de juego con iguales.
  • Elevado aislamiento social.

Problemas funcionales

  • Problemas de sueño (pesadillas).
  • Pérdida del control de esfínteres (enuresis y encopresis).
  • Trastornos de la conducta alimentaria.
  • Quejas somáticas.

Problemas de conducta

  • Conducta sexualizada: Masturbación compulsiva, imitación de actos sexuales, uso de vocabulario sexual inapropiado, curiosidad sexual excesiva, conductas exhibicionistas.
  • Conformidad compulsiva.
  • Conducta disruptiva y disocial: Hostilidad. Agresividad. Ira y rabia. Trastorno oposicionista desafiante.

Caracteristicas de las personas agresoras

Los estudios han identificado características de quienes cometen abuso sexual infantil, como las que se muestra a continuación.


Haga clic sobre cada una de las siguientes carpetas para conocer más.


Aun cuando el tema del abuso sexual en la infancia es complejo y se requeriría otro curso específico para abordar con mayor profundidad esta problemática, es importante destacar que existen algunas recomendaciones que las y los especialistas han presentado considerando a las familias y el hogar. En especial, la Secretaría General de las Naciones Unidas ha establecido que hay que tomar en cuenta que la principal responsabilidad de la educación y el desarrollo de las y los hijos aún recae en las familias y que el Estado mexicano tiene la obligación de apoyar en esa tarea a las madres y los padres, y todas las personas encargadas del cuidado de las niñas y los niños.

Por ello, es importante conocer y respetar los derechos humanos de tus hijas e hijos, niñas y niños, y adolescentes, y en particular, sus derechos sexuales y reproductivos que incluyen vivir su sexualidad libre de coerción y de cualquier forma de violencia.

La Secretaría General de las Naciones Unidas ha recomendado a los Estados que:

  • Se inicien o mejoren programas de apoyo a las madres, los padres y otras personas encargadas del cuidado de las y los niños en su papel de educación de las niñas o niños. Las inversiones en salud, educación y servicios de bienestar social deberían incluir programas de calidad para el desarrollo de las niñas y los niños en la primera infancia, visitas a domicilio, servicios prenatales y postnatales y programas de generación de ingresos para grupos desfavorecidos;
  • Elaborar programas concebidos especialmente para las familias en situaciones particularmente difíciles, por ejemplo, familias encabezadas por una mujer o un/a menor, pertenecientes a minorías u otros grupos discriminados o que tengan a su cargo niños/as con discapacidades;
  • Elaborar programas de educación de las madres y los padres que tengan en cuenta las cuestiones de géneroPor género se entiende
    las ideas y creencias sociales sobre cómo deben vestirse, ser, comportarse y relacionarse las mujeres y los hombres
    y que se centren en formas de disciplina no violentas. Esos programas deberían fomentar relaciones sanas entre madres/padres e hijas/os y orientar a las madres y los padres hacia formas de disciplina y criterios para el desarrollo de las y los hijos constructivos y positivos, teniendo en cuenta la capacidad evolutiva de las niñas y los niños y la importancia de respetar sus opiniones.


¿Qué hay que saber sobre la violencia de género, en la familia, o de pareja?

Círculo de la violencia

A lo largo de la historia, las mujeres no han tenido acceso a los recursos de la misma manera que los hombres y esto las coloca en una situación de vulnerabilidad o desequilibrio de poder. Este desequilibrio de poder es una de las principales causas por las que están más expuestas a vivir situaciones de violencia. Por otro lado, los estereotipos de género colocan a las mujeres en una posición de menor fuerza, de mayor pasividad o sumisión. A los hombres, por el contrario, se le presenta como fuertes, dominantes, quienes llevan las riendas de la familia y son proveedores/protectores, y que al mismo tiempo pueden imponer su poder a través de la violencia. Esto se convierte en un caldo de cultivo para que los conflictos de pareja se enfrenten de manera inapropiada y degeneren en violencia, especialmente en lugares donde las mujeres siguen viviendo la desigualdad en las áreas de salud, cultura laborales, económicas, sociales, políticas y educativas.


Pulse sobre las flechas para conocer un ejemplo del círculo de la violencia.

Pareja con conflictos

Una pareja comienza a evadir sus diferencias y conflictos (que son parte de las relaciones humanas, pero que no tienen que necesariamente llevar a la violencia) en lugar de resolverlas y buscar acuerdos, comienza a acumularse tensión.

Pareja con conflictos alimentados por la violencia cultural

En muchas ocasiones los conflictos se ven alimentados por la violencia cultural que valida estereotipos, formas de relación poco saludable y la presencia misma de la violencia en la pareja.

Hombre ejerciendo violencia física a su pareja

Las personas no siempre controlan correctamente sus impulsos y deciden (porque es una decisión, aunque ocurra en unos segundos, siempre se puede decidir si lo hacemos o no) ejercer algún tipo de violencia directa sobre la otra persona (física, psicológica, etcétera).

Hombre con arrepentimiento

Tras una manifestación clara de la violencia, suele aparecer el arrepentimiento en el cual, con la intención de poder retomar la relación, se hacen promesas de cambio (generalmente “no va a volver a pasar”) que no siempre se cumplen.

Pareja reconciliada pero con conflictos latentes

Frente a la emoción que produce el volver a recuperar la relación, las promesas parecen la solución al conflicto; sin embargo, lo más común es que este conflicto siga latente, lo que tarde o temprano puede llevar a una nueva acumulación de tensión.

Los conflictos de la pareja cobran mayor fuerza

Lo que generalmente ocurre en estos casos es que las etapas de reconciliación y aparente calma poco a poco van disminuyendo; mientras las etapas de acumulación de tensión y explosión aguda cobran mayor fuerza.

Ciclo de violencia en aumento

Cada vez que se repite el ciclo, la violencia puede ir en aumento (pasar de insultos a golpes, por ejemplo) produciendo la escalada de la violencia (fuente). Es por esto que es importante atender la violencia cuando recién comienza, ya que en cuanto cobre mayor fuerza, será más complicado.

Se alterna la violencia con la aparente calma y/o muestras excesivas de afecto

La forma en la que se alterna la violencia con la aparente calma y/o muestras excesivas de afecto durante la luna de miel, hace que las personas que reciben violencia piensen que la otra persona “no siempre es mala” o que “pronto va a cambiar” y estas ideas las mantienen a la espera, con el riesgo de que las cosas empeoren. Esta situación no tiene que ver, como comúnmente se piensa, con que a las mujeres “les gusta que las maltraten” o que “sean muy tontas”, sino que existen mecanismos psicológicos que las llevan a no poder ver una salida o a depender emocionalmente de su agresor.


Círculo o ciclo de la violencia en la pareja

La violencia en la pareja, se caracteriza por la presencia de ciclos, lo que significa que vemos patrones o historias que se repiten una y otra vez. En 1979, Leonore Walker describió el llamado Círculo o ciclo de la violencia en la pareja, que se compone de diversos momentos o fases.

Es importante aclarar que la violencia abarca todas estas fases, no podemos pensar que solamente aparece durante uno de los momentos, se compone también de lo que ocurre antes y después de la explosión aguda.

Violencia familiar y violencia de género

La violencia ha sido definida de las siguientes formas:

De acuerdo con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la violencia de género se entiende como “Cualquier acción u omisión, basada en su género, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte, tanto en el ámbito privado como en el público”. Por su parte, la violencia en la famiilia es “el acto abusivo de poder u omisión intencional, dirigido a dominar, someter, controlar, o agredir de manera física, verbal, psicológica, patrimonial, económica y sexual a las mujeres, dentro o fuera del domicilio familiar, cuyo agresor tenga o haya tenido relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato o mantengan o hayan mantenido una relación de hecho”.


De acuerdo con los debates y desarrollos conceptuales más actuales, el Programa de Acción Específico Prevención y Atención a la Violencia Familiar y de Género 2013-2018 expone que “la violencia familiar y de género es la resultante de un sistema patriarcal hegemónico dominante que implica diferenciales de poder en contra de unos y en favor de otros, con el fin de imponer comportamientos esperados en función del género o de la edad, en este caso generalmente es hacia las mujeres, niñas, niños y otros grupos. Esta forma de dominio se encuentra en la estructura de la sociedad y permea en la cultura, las instituciones, comunidades, familias y personas”.


Mujer deprimida

Cuando una persona está en una relación de violencia, comienza a sufrir cambios en su estado de ánimo, en la percepción que tiene de sí misma o del mundo. Generalmente estos cambios no son para bien, sino que desgastan la voluntad de la persona. Muchas veces las mujeres que viven violencia justifican y defienden a su agresor y esto nos lleva a juzgarlas duramente, pero se ignora que esto es muy común y se debe a esta situación, donde de alguna manera, lo que se busca es no estar expuesta a nuevas agresiones.

Es por esto que cuando se acerque para apoyar a una hija o hijo en una posible situación de violencia, debe escuchar con empatía y el conocimiento de que, para esta persona, la realidad no siempre es tan clara, debido a la situación de violencia que se encuentra viviendo.



¿Qué factores causan las diferentes formas de violencia?

La mayor parte de las relaciones sexuales en condiciones de violencia se presentan después de vínculos motivados por el enamoramiento, puesto que la mayor parte de los factores de riesgo se basan en ideas que se promueven sobre el amor romántico, en particular en las mujeres, ideas que no corresponden a expectativas reales ni viables, además de que refuerzan estereotipos de género o fomentan la dependencia, lo cual facilita la violencia de pareja.

Violencia de pareja

En el caso específico de las adolescentes, la relación sexual en condiciones de violencia, es decir, la violación sexual, puede presentarse después de haber iniciado la etapa de enamoramiento, y como parte de la violencia de pareja que pueden estar viviendo con su pareja. Sin embargo, en otros casos también puede presentarse en cualquier momento en que se tenga una relación sexual casual.

Es decir, ellas también tienen el riesgo de vivir una violación sexual cuando por alguna razón diferente al enamoramiento, eligen tener un intercambio erótico con un adolescente porque le gusta, o simplemente por sentirse dispuesta, en el momento de una fiesta, tener ese acercamiento, pero sin desear tener una relación sexual. En esos casos, y dada la desigualdad de poder y el machismo, la violación sexual se puede presentar cuando el varón somete a la adolescente obligándola a tener la relación sexual.

Es común escuchar casos donde un hombre y una mujer adolescentes inician un encuentro erótico, un “faje”, intercambiando solamente besos y caricias, y más tarde, cuando la situación parece avanzar hacia tener una relación sexual coital, la adolescente se niega pues solo deseaba tener el faje pero el varón la somete y la viola.


Dé clic en las imágenes para escuchar los comentarios que son tolerantes y legitiman estos actos.

Reflexione:

¿Ha escuchado alguna de estas frases en su entorno cotidiano?



Desgraciadamente las ideas tradicionales del sistema sexo-género, impregnado de machismo llevan a muchas personas, a afirmar estas cosas.

¿Cuáles factores causan las diferentes formas de violencia?

Desgraciadamente las relaciones sexuales en condiciones de violencia ocurren y afectan la salud sexual y reproductiva de cualquier persona, incluyendo a las y los adolescentes, en particular cuando dan como resultado un embarazo. Por eso, es importante poner atención en los factores de riesgo asociados a las condiciones de violencia y pensar en acciones de prevención.


Haga clic en cada factor de riesgo para conocer más información.

Convivir y permanecer en espacios donde se naturaliza la violencia sexual hacia las mujeres

Símbolo de precaución

La violencia sexual hacia las mujeres se encuentra en ocasiones tan naturalizada, que perdemos de vista el hecho de que si una mujer sufre una agresión es porque existien dos condiciones fundamentales: un hombre que siente el derecho de violentar el cuerpo de una mujer y la inexistencia de garantías para la seguridad de esa mujer. El que ocurra una violación nunca será responsabilidad de la víctima, sin importar su conducta o su apariencia. Las violaciones en su gran mayoría exponen a las mujeres a la posibilidad de contraer Infecciones de Transmisión Sexual o tener un embarazo.

Símbolo de mujer trabajando

Alternativa de acción:

Enseñar a las mujeres a cuidarse de una violación es necesario, pero lo más importante es enseñar a los hombres a respetar el cuerpo de las mujeres, desde el acoso callejero, que aunque muchas veces se minimiza, efectivamente es una forma de violencia sexual.

Los hombres desde niños, jóvenes y adultos, deben respetar a las mujeres y deben saber que no tienen derecho a pasar por encima del derecho a la libertad y la seguridad de las mujeres.

Si ya ha ocurrido un ataque se debe garantizar atención médica oportuna, eficiente y sensible, que incluya la anticoncepción y el uso de antirretrovirales de emergencia.

Como madres y padres debemos fomentar en nuestras hijas la confianza y la comunicación para que ellas puedan hablar de este tema y, en caso de haber sufrido una violación sexual, acompañarlas a los servicios públicos de salud donde hay módulos de atención especializada a víctimas de violencia sexual donde las atenderán y les brindarán orientación psicológica y jurídica sobre qué hacer para denunciar este delito.

Violencia en la pareja

Símbolo de precaución

Una de cada cuatro mujeres, puede ser víctima de violencia sexual por parte de su pareja y hasta dos terceras partes de las adolescentes (4 de 6), reporta que su primera experiencia sexual fue forzada. La violencia de pareja genera daños a la salud mental y física de las víctimas, en su mayoría, mujeres.

Símbolo de mujer trabajando

Alternativa de acción:

En estos casos es indispensable detectar y atender la situación de violencia en la pareja. Buscar ayuda profesional suele ser lo más indicado. En los servicios públicos de salud existen módulos de atención especializada a la violencia, donde se puede realizar un diagnóstico, y en su caso, referir para la atención psicológica de la mujer que esté siendo víctima de violencia de pareja, incluyendo violencia sexual.

Riesgo de vivir trata de personas

Símbolo de precaución

Las principales víctimas de este delito son las mujeres, niñas, adolescentes y adultas, a las cuales se les obliga a tener relaciones sexuales con otras personas a cambio de dinero. Muchas de estas adolescentes no decidieron dedicarse a esto, sino que han sido enamoradas o seducidas por hombres que se hacían llamar sus “novios” o “esposos” que les prometieron amor y un hogar pero que en realidad se convierten en sus explotadores. Muchos hombres que se dedican a explotar sexualmente a las mujeres lo hacen engañándolas a través de regalos, buenos tratos, promesas de matrimonio o de trabajo. Lo que hacen es alejarlas poco a poco de su núcleo familiar, generalmente llevándolas otras partes de la República u otros países.

Otra forma de “enganche” es el grooming, proceso en donde una persona adulta crea un perfil falso para hacerse pasar por alguien de la misma edad, que atrae a sus hijas o hijos y se contacta con ellas/os a través de las redes sociales, correo electrónico, chats, o videojuegos, incluso por medio de sus celulares. Se ganan la confianza engañándolas/os para lograr que tomen fotos de su cuerpo para luego utilizarlas con fines sexuales ya sea para satisfacerse a sí mismos o para vender e intercambiarlas con otras personas que realizan las mismas prácticas.

Símbolo de mujer trabajando

Alternativa de acción:

Especialistas en estas problemáticas recomiendan que platique con su hija o hijo sobre esta forma de abuso sexual y les enseñe a identificar los factores de riesgo y establecer acuerdos para actuar de forma conjunta si se llega a ver envuelta/o en una situación amenazante.

Establezca acuerdos sobre horarios, espacios y condiciones de uso de los dispositivos digitales (celular, laptop, iPad, etcétera.) a los que su hija o hijo tiene acceso; eso le ayudará a estar más cerca de las actividades que ella/él realiza cuando usa los dispositivos. Además utilice las herramientas de control parental, que permiten restringir el acceso de otras personas a información personal y delicada de su hija o hijo, así como evitar que ellas/ellos naveguen por sitios inapropiados para su edad, estas herramientas normalmente funcionan a partir de contraseñas que impiden el acceso a sitios de riesgo.

Es muy importante que observe los estados de ánimo de su hija/o pues cuando se está siendo víctima de abuso sexual, violencia o chantaje, ella/él presentará actitudes sintomáticas como por ejemplo: ansiedad, temor, aislamiento o agresividad repentina. Si nota además que utiliza en secreto los dispositivos, cierra o cambia de página cuando pasa cerca, recibe regalos o correos que no identifica, o tiene salidas secretas, éstas podrían ser señales de que su hija/o es víctima de trata de personas.

Presiones de tipo social o familiar para unirse a una pareja

Símbolo de precaución

En algunos lugares se considera que buscar un esposo para sus hijas adolescentes es lo más apropiado, e incluso lo hacen sin considerar la opinión de la joven, debido a estructuras sociales, vinculadas a ideas religiosas, económicas, entre otras. Las mujeres que se casan en estas circunstancias tienen mayores probabilidades de vivir violencia en manos de su pareja y de la familia de éste.

Símbolo de mujer trabajando

Alternativa de acción:

El derecho a decidir con quién casarse está directamente vinculado con los derechos sexuales y reproductivos, por lo que es necesario recordar que las y los adolescentes también son personas, y como tales tienen derechos, al igual que las personas adultas. Como madres y padres lo que se puede hacer es informarse y sensibilizarse para escuchar y respetar la opinión y las decisiones de sus hijas e hijos adolescentes, y brindarles el apoyo necesario para que puedan establecer relaciones igualitarias y libres de violencia.


Cualquier persona, mujer u hombre, tiene derecho a decidir qué hacer con su propio cuerpo y qué no hacer.

Hombre y mujer adolescentes marcando un “alto”

Cuando una mujer adolescente, joven o adulta decide no tener una relación sexual, se debe respetar su decisión y por ningún motivo o razón se le debe someter a violación sexual.

Cualquier hombre o mujer debe respetar esa decisión, recordando que NO es NO, y toda mujer y hombre, incluyendo a los y las adolescentes, tienen derecho a decidir que NO quieren tener una relación sexual, aún después de haber sostenido un intercambio erótico no coital con un amigo, amiga, novio, novia o conocido(a).



¿Cómo saber si mi hija o hijo se encuentra en una situación de violencia?

Percatarnos de que existe violencia en una relación de pareja no siempre es fácil, ya que las personas suelen ocultarlo, por miedo o por vergüenza; más aún, en el caso de las adolescentes en muchas ocasiones niegan totalmente que vivan alguna situación de violencia por parte de su pareja. Sin embargo, existen ciertas señales que podemos encontrar, sobre todo en quienes reciben la violencia. Algunas de ellas son:


Dé clic en las imágenes.


¿Cómo puede ayudar a su hijo o hija?

  • Ante la duda es importante tratar de hablar sobre el tema, lo que se puede hacer indirectamente, a través de películas, libros, eventos culturales que toquen el tema, acudiendo a pláticas o talleres sobre violencia en el noviazgo.
  • Si es posible hablar directamente, tratar de hacerlo sin juzgar y sobre todo, escuchando más que hablando.
  • En caso de que estas estrategias fallen, podemos acercarnos a sus amistades para obtener un poco más de información, pero tratando de no invadir su privacidad, y expresando que nos interesa saber cómo van las cosas.
  • Evitar acusaciones si no tiene la información completa ya que eso puede cerrar el canal de comunicación.


¿Qué hacer si mi hijo o hija se encuentra viviendo una situación de violencia?

Hay diferentes manuales y sitios donde se puede encontrar más información al respecto, pero existen algunas acciones básicas que debes recordar si reconoces que está sucediendo algo en particular. Los siguientes puntos son retomados de la Guía para madres y padres con hijas adolescentes que sufren violencia de género. Pueden aplicar también a chicos que viven violencia por parte de su pareja. En el caso de quienes ejercen la violencia, es distinto.

Primero, es muy importante crear un ambiente que transmita tranquilidad, confianza y seguridad. Es indispensable que no juzgue a su hija o hijo, y más bien le exprese que tiene todo su apoyo y que puede hablar con usted con confianza pues nadie sabrá de lo que hablaron si ella o él no lo desea. En caso de que se requiera una autoridad judicial o médica, habrá que explicarle la importancia de hablar de esa situación con personas expertas en atender esos casos para buscar la mejor ayuda para ella o él.


Pulse sobre las imágenes para conocer algunas recomendaciones para abordar el tema con su hija o hijo.

No “castigues” a tu hija o hijo por lo que le está pasando. Aunque lo justifique o se niegue a dejar la relación dañina ella o él, es la víctima de la violencia (y tiene esos comportamientos como consecuencia de la violencia que sufre).

Transmítele la convicción de que salir de una relación dañina es posible, aunque a ella o él le parezca muy difícil o imposible. Anímale emocionalmente y motívale para su recuperación.

Busca soluciones a los problemas inmediatos que se plantean (acompañamiento, comunicación con ella/él, seguridad, etcétera.).

Intenta combatir el aislamiento a que la pareja le quiere someterla: estar lo más presentes posible, demostrarle lo importante que es su hijo para ustedes, favorecer que amistades y familiares le llamen o queden en verle y/o visitarle.

Si ha decidido romper la relación, pero tiene miedo, ayúdale a hacer un plan para superarlo.

No le fuerces a que termine la relación, cuando no está preparada/o para ello.

Si ha “cortado” con su pareja, aunque sospeches que es algo temporal, intenta que no se ponga en contacto nuevamente con él/ella. Asimismo desaconseja a tu hija/o que le vea o le hable.

No le transmitas noticias ni comentarios de la gente sobre su pareja, ni para bien ni para mal.

Averigua si le dio (o si sospecha que su pareja pueda tener) su clave del Facebook, correo electrónico o twitter para ver con tu hija o hijo cómo minimizar riesgos y daños. Aunque les parezca necesario no le quites el acceso a las redes sociales o al móvil. Va a suponer mucho más un castigo que una protección.

Explícale el ciclo de la violencia para que aprenda a verlo en su relación y la fortalezca para resistir las estrategias de manipulación de él.

Convéncele de que su bienestar y su seguridad física y psíquica es tu único interés y que debe ser también su prioridad.

Aunque te diga que no se lo cuentes a nadie, debes buscar ayuda profesional para saber qué se puede hacer en su situación.

Plantéale que existen recursos a su alcance para ayudarle en su situación. Convéncele de acudir a especialistas que conocen su problemática.

Apoya sus decisiones, si te parecen positivas, y desaconseja las que no lo parezcan, pero no tomes decisiones por ella/él (excepto en caso de riesgo).

Aunque no sea la primera vez que te cuenta lo que le pasa o te pida ayuda, para luego mantenerse en la relación de pareja dañina o vuelva a ella, no te desanimes ni la rechaces. Esas “idas y venidas” son parte del proceso y te necesita con la misma entrega todas las veces (aunque te cueste).



Otras recomendaciones

Puede ser muy útil identificar circunstancias especiales como las siguientes:

  • Si la pareja es considerablemente mayor en edad que la chica o el chico.
  • Si forma parte de algún grupo delictivo o ha cometido delitos previos.
  • Si consume algún tipo de droga.
  • Si ha demostrado tener una personalidad impulsiva y carente de control.
  • Si han existido amenazas directas o si la adolescente se encuentra embarazada.

Recuerde que siempre es aconsejable la ayuda profesional, en este tipo de casos es particularmente importante.



¿Qué pasa si mi hija o hijo es quien ejerce la violencia?

En algunas ocasiones puedes notar que tu hija o hijo es quien tiene comportamientos inapropiados hacia su pareja, y te hace sospechar que existe una relación violenta. Esto es un poco más difícil de notar cuando se habla de hombres adolescentes, ya que la violencia que estos ejercen suele estar naturalizada o invisibilizada. Hay que recordar que, aunque existen mujeres que ejercen violencia hacia sus parejas hombres, las estadísticas nos dicen que generalmente la situación más común es que los hombres sean quienes ejercen la violencia. Esto se debe a que los roles y estereotipos tradicionales de género promueven en los hombres ciertas actitudes de dominación que justifican la violencia por una supuesta “naturaleza masculina”.

Una reflexión importante en torno a la violencia que se promueve en los hombres (“un hombre nunca se raja, si le cantan un pleito, tiene que pelear”) es el hecho de que…

Círculo de violencia

Una de las formas más comunes de violencia son los celos como pretexto para controlar o lastimar a la pareja.

Independientemente del motivo que se dé para explicar sus actos violentos, nada justifica el hacer daño a otra persona.



Hombre adolescente

Para evitar la violencia que se promueve en los hombres...

Es necesario hablar con los adolescentes acerca de si la construcción de su identidad como hombres los ha llevado a aprendizajes que ven la violencia como una forma válida de resolver los conflictos o manifestar sus emociones.

Es importante enseñar a los niños y adolescentes a:

  • Respetar a todas las mujeres como seres humanos con derechos.
  • A no justificar sus actos violentos y que se responsabilicen de ellos.

En la adolescencia se tiene mayores posibilidades de erradicar los comportamientos violentos, ya que es una etapa de aprendizaje, donde la socialización puede servir positivamente para reconocer que existen muchas maneras de ser hombre y que algunas de ellas no incluyen la violencia hacia las mujeres.

Si el chico a su cuidado o su hijo ejerce violencia contra su pareja o es violentado (a) por su pareja, busque orientación en los Servicios Especializados de Atención a la Violencia Familiar en los Servicios de Salud.

Ahí le podrán sugerir alternativas para la atención y apoyo para que él reflexione acerca de sus sentimientos y comportamientos de violencia de tal manera que se responsabilice y los evite. Es importante enfatizar que en esos servicios también se brinda atención a cualquier mujer que sea víctima de violencia familiar o sexual. Para ubicar el Servicio Especializado más cercano a tu domicilio, puedes visitar la página web: Servicios Especializados de Atención a la Violencia, CNEGSR.



¿Cómo detectar la violencia en el noviazgo?

Observe con atención el siguiente video.


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Datos de interés
Adolescente desnuda y abusada sexualmente

El mayor índice de casos de violación ocurre en mujeres de 15 años y menores de edad

La mitad de los casos de violación ocurre en niñas, niños y adolescentes y se estima que entre el 2.8 y 5% de las mujeres han sido violadas alguna vez en su vida. Por otra parte, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo informa que los Centros de Atención en Crisis que atienden casos de violación, revelan que un gran porcentaje de violaciones e incidentes de abuso sexual son perpetrados contra mujeres de 15 años o menores de edad.


Sabías que...
Violencia sexual y machismo

La violencia sexual tiene su origen en el machismo y la desigualdad

La violencia sexual forma parte de lo que se denomina violencia contra las mujeres que es un problema estructural, está presente en toda sociedad, en todos los sectores sociales, y en todas las edades, incluida la adolescencia. Tiene su origen en el machismo y la desigualdad que se reproducen y transmiten de generación en generación por medio de la cultura, la moda, los medios de comunicación, la música, la religión y también ahora los videojuegos y las redes sociales. Además, la violencia sexual puede presentarse como parte de la violencia familiar.



Mujer como objeto sexual

El concepto de mujer como objeto sexual justifica la violencia

Mientras se siga considerando al cuerpo de la mujer como “el regalo más bonito que recibe el hombre”, éste aducirá su “deseo” para ejercer y justificar la violencia.



Reflexiones finales...

Para poder detectar la violencia de género en nuestro entorno más cercano, es muy importante crear un ambiente que transmita tranquilidad y seguridad; no emitir juicios y expresar apoyo incondicional a las y los adolescentes para generar confianza.

En caso de que se requiera una autoridad judicial o médica, habrá que explicarle a ella/él la importancia de hablar de esa situación con personas expertas en esos casos para buscar la mejor ayuda para ella o él.

Pareja libre de violencia de género